Texto completo de la entrevista a Natividad Llanquileo realizada por Observatorio Genero y Equidad "Indignados e Indignadas también Chile"
1. En Chile se ha agudizado un conflicto entre el Estado y comunidades mapuches, y esto responde a una reivindicación histórica de los pueblos originarios ¿Para ustedes cuál es el camino para desactivar el conflicto?
Entre el Estado y las comunidades mapuches ha existido un conflicto permanente, prácticamente desde que se retorna a la democracia. Recordar que antes de la dictadura militar hubo un acercamiento más constante por parte de las comunidades con el Estado, especialmente con la CORA (Corporación de Reforma Agraria) y tiene que ver, principalmente con un tema territorial. Cuando llega la dictadura militar se comienza a entregar tierra a particulares y luego a las grandes empresas, en este caso empresas forestales. Ahora, tenemos otros problemas que son las centrales hidroeléctricas y los proyectos mineros que se pretende instalar en las comunidades mapuche y eso hace que la relación sea más complicada. Nosotros creemos que es una responsabilidad política del Estado, y que lamentablemente ha tratado de consagrar legalizar sus propios intereses en leyes, como si estás fueran la gran solución. Nosotros decimos que ellos se apoyan en leyes que atropellan nuestros derechos, es decir, todo lo justifican con leyes y eso es lo que ha estado sucediendo durante el último tiempo.
2. ¿Cómo piensan ustedes sostener en el tiempo la movilización por sus demandas? ¿Existe el riesgo de responder sólo a situaciones coyunturales?
Yo creo que con el tiempo se van perfeccionando las movilizaciones. En el caso nuestro hemos tenido la capacidad de ir viendo nuestro trabajo y eso significa reconocer algunas cosas en las cuales hemos fallado. Si bien es cierto, no tenemos las herramientas de nuestro lado para ir solucionando las cosas, tratamos de hacer análisis constantes, especialmente cuando se llegó a la huelga de hambre por parte de los comuneros mapuche.
En cuanto a la movilización del año pasado, esta fue mucho más grande porque involucraba a más personas y más comunidades, el movimiento se agrandó y logró romper el cerco comunicacional que se había instalado y la gente se comienza a informar. Ese fue uno de los motivos por los cuales se hablo tanto del tema.
También, reconocemos que existen medios alternativos para informarse, aunque sabemos que no todas las personas tienen acceso a ellos, menos a las redes sociales. Sabemos que los canales de televisión o los grandes medios llegan a todos lados y esa herramienta nosotros tenemos que usarla a nuestro favor. Por ejemplo, con la huelga de 2010 muchas personas se preguntaron qué estaba pasando o bien se hablaba de los indios flojos y ladrones o terroristas mostrándolos como lo peor que había.
La gente tiene necesidad de conocer la realidad, de conocer la historia que hay detrás de cada dirigente, de cada persona y estoy segura que muchos estarían tomando medidas extremas frente al proceso de usurpación de las comunidades, lográndose entender que esta es una lucha digna y justa, que muchas veces va en beneficio no sólo de los mapuche sino que también de toda la sociedad. Para nosotros la tierra es nuestra madre, la estamos defendiendo de todo lo que la pueda atacar, como el seguir teniendo agua, respirar aire puro, que no haya contaminación y esas son cosas que nos favorecen a todas y todos. Mirando a simple vista, pareciera que estamos en contra del desarrollo, pero las grandes empresas pueden matar todo para obtener sus ganancias y eso es lamentable.
3. Existe consenso en que asistimos a una crisis de representatividad ¿qué le piden ustedes a la democracia en Chile?
Esta democracia no sólo está en deuda con el pueblo mapuche, también lo está con otros pueblos y la sociedad chilena. No están representando a nadie, muchas personas votan nulo o simplemente no participan del proceso eleccionario porque la política partidista que se está haciendo sólo se hace en torno a sus propios intereses y se han convertido en administradores del poder económico y el actual Gobierno aún más. En el caso nuestro hubo muerte, aplicación de leyes especiales como “la ley antiterrorista”.
Ahora ¿qué le pido? Que se abran más, que sean más responsables y representativos, que escuchen a la gente, que vayan a terreno, que estén con la gente y se enteren de lo que realmente está pasado. Es fácil leer un diario e instalarse a hablar de un tema cuando no se está viviendo lo que sucede en las comunidades, estando ahí las cosas cambian y se miran desde otro punto de vista. Es urgente escuchar mucho más a la gente.
Ahora ¿qué le pido? Que se abran más, que sean más responsables y representativos, que escuchen a la gente, que vayan a terreno, que estén con la gente y se enteren de lo que realmente está pasado. Es fácil leer un diario e instalarse a hablar de un tema cuando no se está viviendo lo que sucede en las comunidades, estando ahí las cosas cambian y se miran desde otro punto de vista. Es urgente escuchar mucho más a la gente.
4. Algunos analistas afirman que existe una sociedad más madura y reflexiva ¿Concuerdas en la idea de un resurgimiento de la “soberanía ciudadana”? ¿Cómo entienden esa “soberanía ciudadana”?
Creo que, afortunadamente, hemos avanzado y creo también que todo pasa por el acceso a la información que hemos ido teniendo. Hay que reconocer que muchas veces no hacemos nada porque somos ignorantes frente a diferentes temas. Creo que una gran herramienta para poder avanzar y exigir derechos es la información, la que muchas veces llega de manera tergiversada, pero ahí debemos estar para buscar otras fuentes, dar cuenta de lo que no es cierto y contrarrestar esa información.
5. ¿Cuáles han sido las enseñanzas de este proceso de movilización, para el propio movimiento y para la sociedad toda?
La movilización ha sido una enseñanza en si misma y vamos a estar atentos a lo que acontece. Somos muy pocos y no nos hemos dejado pisotear y ese ha sido un ejemplo tremendo que se le ha dado a la sociedad chilena, demostrar que sí se pueden hacer cosas y que no vamos a lograr cosas como nos gustaría, con banderitas blancas porque lamentablemente no es así, debemos actuar y movilizarnos.
La gente que lidera los movimientos sociales tiene que estar en contacto con las bases, como dirigente o vocera uno trabaja para ellos, no para el Gobierno de turno, lo importante es evitar alejarse de la realidad que nos puede jugar en contra.
Nosotros hemos realizado varios análisis y sabemos que no podemos movilizarnos frente a una situación o hecho coyuntural, la movilización tiene que ser permanente. Si bien durante el último tiempo nos hemos ido enfocando en el tema presos, hay que reconocer que el tema es producto “de algo”, es decir, producto de un despojo territorial, de una militarización y judialización de sus causas. Detrás de todo esto hay historias que se tienen que dar a conocer.
La gente que lidera los movimientos sociales tiene que estar en contacto con las bases, como dirigente o vocera uno trabaja para ellos, no para el Gobierno de turno, lo importante es evitar alejarse de la realidad que nos puede jugar en contra.
Nosotros hemos realizado varios análisis y sabemos que no podemos movilizarnos frente a una situación o hecho coyuntural, la movilización tiene que ser permanente. Si bien durante el último tiempo nos hemos ido enfocando en el tema presos, hay que reconocer que el tema es producto “de algo”, es decir, producto de un despojo territorial, de una militarización y judialización de sus causas. Detrás de todo esto hay historias que se tienen que dar a conocer.
(Fuente: Observatorio Genero y Equidad, reproducida por Mapuexpress)
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